¿Cómo cuidar la pintura de tu auto?

Sin duda, todo conductor quiere mantener el estado de la pintura de su coche, conservándola tan brillante como el día en que lo compraste.

Una tarea difícil porque el uso diario y el clima influyen en el buen estado, la salud y el aspecto de la pintura. El hecho de ser una herramienta para elevar el estatus y la presencia de su propietario, además de ser un medio de transporte, lo convierte en un factor importante, pero no el único, lo que aumenta el impacto que podría tener durante una posible reventa.

He aquí algunas sugerencias para que la pintura de tu coche siga pareciendo nueva:

  • Lavado frecuente del vehículo.

Te aconsejo lavar el coche con frecuencia de forma tradicional, al menos una vez cada dos semanas, para mantener el brillo de la pintura y eliminar los contaminantes externos como el polvo.

  • No utilices trapos secos.

Los trapos secos se utilizan con frecuencia para eliminar la suciedad cuando no hay mucho tiempo y hay prisa por limpiar el coche. Sin embargo, al provocar pequeños desgarros en la pintura, este método acaba resultando peligroso.

Si tienes poco tiempo y no puedes lavar el coche, se recomienda pasar un trapo húmedo.

  • Poner mucha cera.

La aplicación de cera es fundamental si quieres obtener el resultado deseado y dar a tu automóvil el aspecto de un coche nuevo. Al hacerlo, se crea una capa artificial que protege la pintura y evita que el polvo o la humedad la dañen. Puedes mantener el vehículo en un estado excelente, si lo haces una vez cada dos meses, aproximadamente.

Para llevar a cabo este procedimiento utiliza productos que se pueden adquirir en lugares especializados. Sin embargo, requieres mucho tiempo y paciencia, por lo que un buen sustituto es llevarlo a un lavadero de coches o a un centro de vehículos donde tengan la experiencia necesaria y puedan completar la tarea por ti.

  • Pulir la pintura.

La pintura envejece y se deteriora con el tiempo. Por ello, pulir el coche es la mejor opción para eliminar los defectos y restaurar sus matices.

El pulido de la pintura elimina cualquier tipo de arañazo superficial, lo que también permite devolver al exterior del automóvil su color y brillo originales. Como es un proceso que también conlleva desgaste, se realiza cada uno o tres años.

Debe realizarse en talleres especializados porque es una tarea más difícil que requiere herramientas específicas. Después del pulido, te aconsejo utilizar un tratamiento protector cerámico o acrílico para prolongar la belleza recién restaurada de la pintura.

  • Dejarlo en un lugar cerrado, y no al exterior.

Esta idea es crucial si quieres proteger el coche, su pintura y su mantenimiento en la mayor medida posible. No solo la pintura, sino también todo el interior del vehículo.

La pintura del coche estará protegida de los rayos ultravioleta del sol y del polvo ambiental, manteniéndola, en la medida de lo posible, a la sombra, lo que evitará su deterioro.

La pintura se deteriora con el tiempo cuando se expone a la radiación solar. Los vehículos de colores sólidos y vivos (rojos, amarillos), que se desvanecen con el tiempo, son especialmente susceptibles a este efecto.

Si deseas conocer más de este tipo de temas, te recomiendo que visites el blog de Store Max Click Shop.

Errores al repintar tu auto

Además de ser crucial para la apariencia del vehículo, el estado de la pintura puede tener un efecto significativo en el valor de un coche a la hora de venderlo. Por ello, es importante que pongas mucha atención para asegurarte de que tu coche quede bien repintado tras haber sido reparado de un golpe.

El proceso de repintado requiere una metodología casi perfecta para que el producto final muestre calidad, a pesar de que se trata de una cuestión puramente estética y de que la pintura no mejora ni resta prestaciones al vehículo, sino que simplemente ayuda a proteger las superficies de las inclemencias del tiempo.

A la hora de repintar piezas metálicas, existen numerosas formas de fallos, cada una con su propio nombre. Se separan en dos categorías: los que modifican el aspecto visual sin modificar la chapa, y los que alteran las propiedades de la pintura, cambiando obviamente el resultado.

Los defectos se clasifican en seis clases en función de sus causas:

  • Errores de aplicación y/o de proceso: Se producen cuando el operario no sigue exactamente el proceso especificado por el fabricante, ya sea durante la formulación, la aplicación o ambas.
  • Equipos y/o herramientas: Esta frase alude a un uso inadecuado de las herramientas, a una selección incorrecta de las mismas o a un mantenimiento inadecuado.
  • Preparación de la superficie: Dependiendo del componente que se vaya a pintar, este término hace referencia a una imprimación o un acabado inadecuado de las pinturas.
  • Cuando no se respetan los procedimientos y plazos de secado.
  • Sustrato: describe situaciones en las que el proceso está mal seleccionado o mal adaptado. Por ejemplo, aplicar un proceso a una pieza de plástico con los mismos pasos que a una chapa de acero.
  • Factores externos: estos defectos son provocados por factores ambientales, como los agentes biológicos y climáticos.